Buenos Aires
 

INVESTIGACIÓN SOBRE SEROPREVALENCIA DE HEPATITIS VIRALES EN ARGENTINA


El ministerio de Salud de la Nación lanzó una investigación sobre seroprevalencia de hepatitis vir ales y sífilis en personas que se realizan estudios prenupciales en Argentina, que comenzará a desarrollarse en agosto. Fue en el marco de la “Primera Reunión de Referentes Provinciales de Programas de Control de Hepatitis Virales” que tuvo lugar en Buenos Aires, con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Hepatitis, que se celebra cada 28 de julio.
En 2010, la Organización Mundial de la Salud estableció oficialmente, a través de la Resolución 63, al 28 de julio como el Día Mundial de la Hepatitis. Esta jornada puso en marcha una campaña de concientización y prevención pública sobre las hepatitis virales.

“Somos el primer país del mundo en incorporar una sola dosis contra la Hepatitis A en el calendario, a partir de una decisión que se tomó en 2005 después de un brote con más de 40 mil casos”, explicó y destacó que “fue una estrategia que demostró ser efectiva porque desde 2007 no hay trasplantes hepáticos por esta causa y los chicos que se vacunaron tienen anticuerpos protectores”.

En relación la vacunación contra la Hepatitis B , Vizzotti, jefa del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles dijo que “desde 2012 Argentina incorporó la vacuna contra la enfermedad al calendario, convirtiéndose en el primer país en Latinoamérica que la aplica en forma universal”. Con la vacunación contra las hepatitis A y B en el país, se presentó un impacto epidemiológico que alcanzó importantes logros.

La investigación, que se presentó ante referentes de los programas provinciales de control de hepatitis de todo el país, busca estimar la prevalencia de las hepatitis A, B y C y sífilis. Muchas de las personas que se encuentran infectadas no presentan síntomas. Sin embargo, pueden desarrollar enfermedades severas a lo largo de su vida.

El Programa Nacional de Control de las Hepatitis virales fue creado por el Ministerio de Salud en 2012 y tiene cinco líneas de trabajo fundamentales: vigilancia epidemiológica, difusión de información y prevención, diagnóstico, tratamiento y capacitación para la comunidad médica.

“La mayor parte de las personas no presentan ningún síntoma cuando contraen hepatitis, y suelen no tenerlos durante décadas, hasta que desarrollan la enfermedad hepática crónica. La investigación va a servir para que muchas personas accedan a un diagnóstico pero además el hecho de poder contar con los datos de seroprevalencia va a representar un gran avance para darle visibilidad a la temática”, destacó Gabriela Vidiella, coordinadora del Programa Nacional del Control de las Hepatitis Virales.

En tanto, Patricia Angeleri, una de las investigadoras, explicó que “la muestra de la investigación es de 6.002 personas a quienes se les ofrecerá la realización voluntaria del test de hepatitis juntamente con el de sífilis, el cual es obligatorio en el marco del examen prenupcial”.

En el mundo hay alrededor de 2000 millones de personas infectadas, y unas 600.000 mueren cada año como consecuencia de la hepatitis B, mientras que en Argentina, se estima que alrededor del 2%, aproximadamente 800 mil personas pudo haber estado en contacto con el virus de las hepatitis B o C. Argentina es considerada de baja endemicidad, aunque recientemente se detectaron regiones en el norte del país con endemicidad intermedia.

Las hepatitis A, B, C, D y E son un grupo de virus que causan la inflamación del hígado e infecciones agudas y/o crónicas que constituyen un importante problema de salud pública en todo el mundo. Muchas de las personas que se encuentran infectadas no presentan síntomas. Sin embargo, pueden desarrollar enfermedades severas a lo largo de su vida.

Los virus de las hepatitis A y E se transmiten a través del agua y los alimentos. Los virus de las hepatitis B y C se transmiten por vía sexual y sanguínea. La población general infectada para el virus de hepatitis B y C se compone de grupos de alto riesgo (usuarios o ex usuarios de drogas inyectables, personas en diálisis, personas con VIH), así como grupos no considerados de alto riesgo que contrajeron hepatitis a través del contacto con sangre infectada (post transfusional o post exposición a procedimientos odontológicos o intervenciones medicas).

Los virus A, B, C, D y E de la hepatitis causan infecciones agudas y crónicas e inflamación del hígado. En el caso de las hepatitis B y C pueden conducir a cirrosis y cáncer hepático. Esos virus representan un riesgo enorme para la salud mundial, pues hay alrededor de 240 millones de personas con infección crónica por hepatitis B y unos 150 millones de personas infectadas crónicamente por el virus de la hepatitis C.

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